¿Te has preguntado alguna vez que ocurre en el cerebro de los músicos cuando tocan un instrumento?
Este esquema sirve para comprender mejor cuales son las facultades mentales que explican la interpretación musical de las personas. Tomo la referencia de un modelo de procesamiento modular de la música de Soria-Urios, et al. al que añado mi propia interpretación desde mi formación como terapeuta y experiencia como docente, donde trato de explicar una gran parte de los procesos inconscientes que ocurren al escuchar e interpretar la música.
Organización del tono
¿Os habéis preguntado porque algunas personas tienen el oído más desarrollado que otras? esa respuesta se encuentra en la “organización del tono”. Este sistema se divide en tres apartados: el “contorno”, que supone un sonido musical diferenciado, es decir, una nota específica; el “intervalo” o la distancia entre dos notas; y el “tono”, que es la secuencia de notas que dan lugar a la tonalidad.
El desarrollo de la educación auditiva comienza en el “análisis del contorno” este apartado supone la unidad de medida musical más simple. Imaginemos por ejemplo, que una persona A emite una nota con un piano y la persona B trata de reproducir esa misma nota solamente escuchándola. B primero oirá el “contorno” y a continuación establecerá una representación mental de esa nota. Aquí está el primer paso, si no es capaz de formar ese constructo y mantenerlo después de la reproducción del instrumento no será capaz de reconocerlo. El siguiente suceso consistirá en ejecutar la nota y asociarla con el “contorno” emitido por la persona A. El sujeto B al emitir una nota tratará de situarlo sobre el constructo mental que ha establecido a partir de la nota emitida por su compañero, esta propiedad implica que la escucha en la reproducción musical es un proceso bidireccional.
En psicología podemos compararlo con el “fenómeno Stroop”, esto es, la interferencia semántica producida debido a nuestra automaticidad en la lectura. En la escucha existe también este solapamiento entre la nota que oímos y la representación mental de dicha nota. Para fomentar este proceso adecuadamente, debemos establecer el “contorno” y mantenerlo durante el mayor tiempo posible. Si podemos reconocerlo y diferenciarlo de otras notas entonces solo hay que buscar su sostenimiento, lo mismo ocurre con los intervalos y las melodías.
Organización temporal
Este constructo corresponde con lo que vulgarmente llámanos ritmo, sin embargo este concepto es bastante ambiguo. Esta denominación se divide en al menos dos apartados: el “compás” que es la representación gráfica del pulso; y por otro lado, el “ritmo” que corresponde con la repetición de secuencias.
Podríamos decir que el “compás” es la unidad sobre la que se asienta el “ritmo”, sin embargo, no todas las personas reconocen y/o llevan a cabo esta disociación correctamente: esta es una de las causas de la arritmia.
Arritmia
Habitualmente las personas aprenden el ritmo de manera inconsciente. Un apartado importante de la educación musical de los alumnos de las escuelas de música consiste en reconocer estos conceptos, es decir, hacer consciente lo inconsciente. Para aquellos que no lo han realizado adecuadamente supone un importante punto de inflexión.
Las dificultades asociadas al ritmo se deben a varias y diferentes razones: generalmente a la interferencia entre lo que una persona escucha y la organización temporal en los sistemas “análisis del compás” y “análisis del ritmo”. El primero de estos apartados se refiere a la dificultad de establecer el pulso; el segundo, supone un conflicto al establecer la repetición de patrones, que interpretados correctamente irán sujetos al pulso.
Me gusta ejemplificar las diferencias entre la percepción rítmica a través del blues, veamos el siguiente compás.
Una persona que tenga dificultades para situar el compás no podrá establecer el pulso. Para poder hacerlo correctamente no es necesario tener ningún conocimiento musical.
Si la incapacidad se encuentra en el “ritmo” es debido a que no existe una representación mental de la estructura que se repite. En este caso el shuffle “Tan-Ta”. Quien presenta dificultades en este proceso de mentalización no puede establecer conscientemente un patrón que se repite.
Una persona con mejor percepción rítmica percibirá una mayor subdivisión en el compás, es decir, en lugar de establecer el pulso sobre negras lo hará sobre tresillos. Cada una de estas unidades se percibirá de la misma intensidad que el resto, pero siendo capaz de dar más importancia al. Este proceso puede ser inconsciente y tiene lugar en personas sin conocimiento sobre música, aunque estos casos son poco habituales.
Conversión Acústico-Fonológica
Este es el área que corresponde al lenguaje, esto es: la conversión de las frecuencias en palabras. Cuando oímos una sucesión de notas, establecemos una representación mental de lo que oímos. Esta muestra del sonido se forma a través de fonemas.
El ejemplo más práctico ocurre al cantar la letra de una canción, si lo hacemos correctamente estaremos ordenando los subprocesos de la “organización de tono” y de la “organización temporal” a través del lenguaje. El “léxico fonológico” lo que supone la conversión de sonidos en fonemas, en ausencia de otros procesos dará lugar a un lenguaje carente de ritmo y de tono. Es por eso que la simbiosis entre estos tres subsistemas dan lugar al “léxico musical”, que supone la mentalización del lenguaje musical. Uno de los objetivos de un músico consiste en reproducir sin necesidad de un análisis lo que uno escucha. Para llegar a ese nivel es necesario haber desarrollado adecuadamente estos procesos.
Ahora bien, la representación de la música por fonemas no ocurre solo en las letras de las canciones, sino también en cualquier sonido, melodía o ritmo. Por ejemplo, prueba a repetir con la voz la intro de guitarra de Santana “Europa” no importa que cantes bien o mal, reflexiona ¿Qué palabras has cantado? en mi caso yo digo “Pa para paira, para paa”. Cada persona utilizamos fonemas distintos para reproducir la música, ahora, suponiendo que hayas reproducido el número de sílabas correctas y a ritmo pregúntate ¿has entonado correctamente?
Este “léxico fonológico” en algunas personas tiene lugar en ausencia de tono, porque no representan adecuadamente las frecuencias. Es el mismo fenómeno que ocurre al imitar acentos: algunas personas son capaces de reproducir correctamente las frecuencias y otras no.
En el caso de los idiomas los procesos mentales son más simples, a lo mejor tu pronunciación es errónea y no sabes porqué: se debe a la ausencia de tono en las palabras. No repites en tu cabeza correctamente lo que has oído; no te desanimes, este proceso puede ser entrenado. Podríamos decir que el desarrollo de los idiomas en nuestra cabeza es el resultado de la “organización del tono” y del “léxico fonológico”.
Una gran cantidad de músicos instrumentales pueden realizar esta representación mental en ausencia de representación tonal. Es por ello que pueden tener dificultad para la interpretación vocal, pero sin embargo desarrollar un gran virtuosismo a través de su instrumento.
Memorias asociativas
Las memorias asociativas son procesos inconscientes de relaciones interválicas que realiza nuestro cerebro. Al reproducir una melodía cuyas notas tienen una distancia concretas, relacionamos inconscientemente esta distancia con la melodía otras canciones.
El aprendizaje de canciones con intervalos reconocibles nos permite hacer relaciones en la música de modo que fomentamos la “memoria asociativa”. Por ejemplo en la canción “Somewhere over the Rainbow” las sílabas “Some-Where” presentan una distancia de octava (misma nota pero más aguda), lo mismo ocurre en “Starman” de David Bowie, los fonemas “Star-Man” distan del mismo intervalo. Al haber establecido esta asociación en “Somewhere over the Rainbow”, el reconocimiento e interpretación del intervalo en “Starman” es más sencillo debido a que hemos entrenado la velocidad de reacción ante este intervalo, aún sin ser conscientes de las similitudes entre ambas canciones (Estoy convencido al cien por cien, de que David Bowie compuso esta canción tomando como referencia el clásico de Somewhere over the Rainbow, y si no lo hizo conscientemente, lo llevo a cabo de manera inconsciente).
Es por eso que el sistema pedagógico de los niños en Mupsic recoge canciones sencillas con intervalos muy reconocibles. Los niños de 3 y 4 años comienzan la clase con una canción muy repetitiva de bienvenida y al terminar una de salida, el objetivo de esta actividad es el de fomentar sus memorias asociativas de manera inconsciente para así facilitar el reconocimiento e interpretación de distancias. Este aprendizaje no solo tiene incidencia en la música, sino también en el correcto desarrollo del lenguaje.
Esta imitación es un fenómeno que en ocasiones lo realiza con facilidad una persona con discapacidad intelectual, mientras que una persona con alta inteligencia se puede ver muy limitada para hacerlo. Esto se debe al aprendizaje inconsciente, a la ausencia de un análisis, de pensamientos automáticos y de la ansiedad generada ante la reproducción de una nota una melodía. Todo ello son procesos a evitar durante la imitación en un instrumento o en la voz y pueden entrenarse a través de herramientas cogntivo-conductuales.
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